Alban Berg by Theodor W. Adorno

autor:Theodor W. Adorno
La lengua: spa
Format: epub
editor: Akal, S.A.
publicado: 2017-04-11T00:00:00+00:00

La tercera pieza del ciclo de Berg es un scherzo en miniatura similar a la cuarta pieza de Schönberg; como todos los scherzi, es fácilmente accesible. La parte de scherzo está claramente estructurada; un plástico antecedente que concluye con dos acordes y un consecuente susurrante que inmaterializa el antecedente tornándolo estático mediante acordes sostenidos. La parte central, un genuino trío, constituye el único contraste fuerte dentro de las piezas, pero, en contrapartida, se muestra durante cuatro compases densa y sin contrastes, cerrada en sí misma, intemporal; su sentido formal anticipa el de las posteriores retrogradaciones. La reexposición del scherzo se abrevia al máximo, y los motivos sólo se insinúan. Pero produce el efecto de una reexposición debido al tempo y al tono. Luego se apaga como una luz.

La particular idea de la forma de la última pieza, que es algo más prolija, reaparecerá más tarde en Berg; podría ser la base del adagio apassionato de la Suite lírica. Se trata de la ampliación del principio de desarrollo integral al tipo de rondó. El 'tema' lo forman un acorde sostenido a lo largo de cuatro compases con el mismo ritmo sincopado y una contraparte cromática del clarinete: una vez más no existe tema. Sigue un motivo melódico del clarinete a modo de 'episodio', cuyo miembro final en tresillos constituye el resto, luego elaborado de modo imitativo; a continuación, y siguiendo el procedimiento de la primera pieza, la música se disuelve mediante el empequeñecimiento de todos los elementos y queda completamente detenida. Retorno de los acordes del comienzo a modo de reexposición de rondó. Nuevo 'episodio', pero ahora dispuesto de modo ascendente. El modelo es una variante del miembro final en tresillos, que hace su entrada con la última negra del compás duodécimo; melódicamente no varía, pero se enriquece cada vez con más notas, según la idea del 'capuchino', y asimismo se reduce, repitiéndose cada vez más enérgicamente; finalmente, en el compás 17 se produce un efecto de percusión que irrumpe como el del final del último Lied de Mombert. Coda: un acorde de armónicos en el piano, interpretable como reexposición y como disolución final del acorde temático; además, un recitativo de clarinete y la libre inversión del inicio, aún sin elaborar, del primer pasaje de clarinete en el compás 5. La energía armónica de estas piezas, represada fuera del tiempo, ha roto los diques y la forma: una voz inspirada recuerda a ésta con tristeza.

Piezas para orquesta

'A veces uno tiene su carácter, su estructura.'

En la historia de la música de Alban Berg hicieron época las tres Piezas para orquesta, opus 6, terminadas en las primeras semanas de la Primera Guerra Mundial. El gesto innovador del final de las Piezas para clarinete, que arremete contra los diques de esta forma paradójicamente breve, no se queda en esa enemistad contra lo formal de los dadaístas [16]. Con él, Berg queda libre para una nueva inspiración, tan poderosa esta vez, que olvida toda medida de disciplina y se extiende al caos al que aspiraba desde los Lieder cargados de sueño, desde las enredadas configuraciones del Cuarteto.

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